Poesteándole a Cristobal Orrego en su blog

Estimado (¿podré decir eso sin conocerlo?):
Sus letras llenan el espacio vacío que se forma cuando los bríos no pueden más y estalla la tecla esc. de nuestros teclados. Yo posteo hacia su pilastra y no aparecen mis letras, las cuales están impregnadas de una amalgama tan híbrida que no puedo definirla aún. Preguntándome siempre, ¿de dónde soy y hacia dónde deberé caminar? Debiendo ser enfático en que si los medios levantan blogs, ellos son para respetarlos y, más aún, quien se lanza a la publicación, debe permanecer impertérrito ante las ráfagas que se puedan suscitar.

Probando, probando si puedo seguir ingresando.

PD: una vez observé un posteo de uno de sus amigos y éste esperaba que sacara ronchas ¿qué es eso? O somos e-gladiadores o qué.