jueves, febrero 15, 2007

Postenado en el blog de Peña

Mi estimado Bernardo:

En esto de debatir una imposición, por decreto y la otra por voluntad está un poco entremezclada. Espero, haber si es posible, que usted me siga en la ensalada de fideos que estoy preparando con la analogía que antes postee.

La necesidad es perentoria para los estratos bajos poblacionales de ésta nación. Yo ya soy de un estrato bajo y existen más abajo de mi parámetro. Ellos y nosotros, necesitamos tener a la mano ese botón de pánico para suspender, el proceso de concepción, ya que los debacles por una voluntaria o no relación sexual tenderían a sentenciar a otro ser a la misma suerte que sus progenitores.

Los que estamos acá somos consumistas por excelencia, dado que nuestras debilidades las plasmamos con lo que se nos impone (propaganda, publicidad y comunicados). En esa debilidad, la animalidad está latente y la congoja aún más. El hecho de sentirnos en un estado de fragilidad, da para que nuestros actos casi lleguen al estado de involuntarios y conducidos por sendos avisos que no invitan, sino, apelan.

Entonces, una alternativa que se encuentra en los consultorios – yo he ido por accidentes domésticos con mi hijo- está dirigida hacia el tipo de ciudadano que accede a esas atenciones. Entendiendo a un real Edil que, a la hora de defender la integridad de sus votantes, impide que se pro-nuncie una alternativa, sentenciando que no debe ser dirigida a ese tipo de residente.

Las posibilidades son mucho más variadas en estratos ABC1. Los que están en vías y los que ya se encuentran allí, están prestos a multiplicarse y sus ganas de retribución, para con el contexto vivido, son más potentes que en el resto. La animalidad está controlada y la congoja inhibida. Sintiéndose en estados de competitividad, los cuales deben ser resguardados por un inteligente, sagaz y competente Edil, el cual ve que los avisos no invitan, sino, apelan.

Un Edil para los de una Comuna, Un presidente para el resto.

Tallarines 87, con Tucco.

PD: En todo caso, las ondas de radio que indica el señor Vacca son muy reales.

Fijate

No hay comentarios.:

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.